miércoles, 23 de febrero de 2011

La ventana del cristal roto


Aquí está la canción de este escrito. Ponedla y leed a la vez: http://www.youtube.com/watch?v=U6tV11acSRk

El invierno se escondía tras la puesta de sol. La primavera asomaba entre las montañas como la luz lo hace entre los huecos de las persianas en las mañanas soleadas.

Lo observaba marcharse a través de aquel hueco roto de cristal que tantas veces le había permitido mirar a través de la ventana llena de vaho invernal. Era como si el tiempo le prometiera un paisaje florido lleno de lluvia, porque a pesar de perderlo de vista para siempre, el sol la hacía sonreír.

Que sensación de despedida tan amarga, empeñada en obligarla a correr detrás de él, pero que injusta con su vida si se permitiera el error de besarlo una vez más para llevarlo a la cama... quizás sería mejor que el odio guiara los buenos recuerdos. Aquella chimenea emanaba el crepitar de los besos, la manta de lana escondía el calor de la pasión y la alfombra la fantasía de noches. Malditas fotos de la pared...

Sentirse sola era un sentimiento inútil. Su agenda rebosaba de nombres que no quería ver. La biblioteca la invitaba a esconderse entre versos de papel. Pero cuando estas enamorada no hay momento del día que apacigüe las ganas de escuchar su voz muy cerca del oído o sentir sus manos suavemente alrededor de la cintura.

Las noches serán el refugio de la invitación de vivir de los rayos de sol. La penumbra cegará sus ojos de recuerdos visibles reiterativos que hagan sufrir al corazón. Solo el tiempo los trasformaría en un fantasma del pasado que la hiciera llorar cuando destapara una caja llena de recuerdos.

Qué pensaría él cuando se alejó sin dejar de mirar la silueta de su ojo a través de aquel cristal roto. Podría ahora estar añorando sus besos y preocuparse por volver a sus brazos. ¡Oh! ¡Qué egoísta el amor cuando no nos deja pensar por nosotros mismos! Cuando nos quita el apetito y nos revuelve el estómago por la necesidad de amar. Que egoísta el amor cuando nos obliga a ser presa de la locura.

Podría haber descolgado el teléfono y susurrarle palabras de amor. Podría pedirle perdón y aparcar las pequeñas gotas de odio, pero a veces el tiempo es una necesidad motivada por decisiones que en ese momento no se puede comprender.

Podría haberlo llamado pero prefirió el silencio de los labios y la sinceridad de las manos:

Creo que moriría si dejara de amarte. Mi corazón se pararía antes de llegar la noche y tendría que pensar en ti para alargar este sufrimiento sin sentido. Comprender lo incomprendido es imposible cuando resulta ser una verdad incontestable. Puede que lleguen otros labios a mi vida, quizás otras manos acaricien mi cintura pero al cerrar los ojos querré sentir los tuyos.
Si fuera la persona que era antes, te haría volver con el brillo de los ojos pero tengo que cambiar la identidad de mi corazón para poder huir de ti.
Te amé, te amo y te amaré con locura. Por eso ahora, loca por tu piel y con la necesidad obligada de alejarte de mi vida, me siento cada día en la ventana recordando a través del trozo de cristal roto tu suave pelo ondenado al marcharte.
Te quiere...mi corazón del pasado.





escritor.dormido

lunes, 14 de febrero de 2011

El hada de azúcar



Aquí esta hermosa canción de este escrito. Ponedla mientras leeis. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=bi-4maYT5uI


En un mundo muy lejano, más allá incluso que el país de nunca jamás, existe todavía un mundo sin explorar. Dice la imaginación que allí las nubes son de colores y el cielo puede ser pintado con los dedos. El agua cristalina cae con un sonido apaciguado en los riachuelos vivos entre árboles que hablan con los pájaros de los nidos. Los animales viven en manadas numerosas sin importar la especie mientras que las flores crecen rápidamente en cualquier lugar con un solo soplo de aire.

Pero la belleza más extrema del lugar es cuando llega la noche y la naturaleza llama al hada de azúcar. El cielo azul en sus diversos tonos deja al descubierto una enorme luna plateada. En el claro del bosque, rodeado de altos pinos de gruesos troncos una bandada de pájaros carpinteros tocan sus picos el borde del agua dejando escapar una melodía frágil para invitar al baile a esa hada especial, pequeña como un tallo de rosa que se esmera en esparcir diminutos granos de azúcar al revolotear de pétalo en pétalo.

Entonces, cuando la canción empieza a sonar y los animales agolpan sus hocicas entre las verdes ramas, el hada de azúcar hace una reverencia celestial acompañada de un parpadeo para enamorar. Puntillea con sus pies la fresca hierba recién nacida girando con la gracia natural de su poder sobrenatural con el que salta hasta volar y reposar con un pie su cuerpo bello. Mientras, los pájaros carpinteros agudizan su melodía en el borde del lago, ella mueve con gracia sus pequeños brazos hasta dejarse caer con un movimiento de suave espiral. Enamorados los animales de ese mundo, hacen brillar sus ojos hasta iluminar junto a la luna los ropajes blancos del hada del azúcar que sonríe con los ojos cerrados animándolos cada noche a soñar en las puestas del sol con un baile lleno de inocencia, magia, gracilidad y pequeños granos de azúcar que les permiten volar.

Y cuando el sol amaga con nacer tras las redondeadas montañas, el baile termina en una reverencia de despido hasta la siguiente salida de la luna.

Solo la imaginación sabe el escondite del hada de azúcar. Solo los sueños saben donde coreografía sus movimientos hasta bañar los suelos de un azúcar ligeramente dulce que permite volar a quién lo prueba con la punta de un dedo, siempre que este sea inocente. Hay personas soñadoras que la han visto tomar el té con Campanilla. Hay otras que la han observado navegar sentada a lomos de un cisne.

Yo solo sé que se ha escondido en lugar para imaginaciones ingenuas que ni siquiera Disney ha podido descubrir su delicado rostro...solo Tchaikovski pudo escuchar descubrir en su mente su música de cristal.

escritor.dormido

viernes, 4 de febrero de 2011

Tú eres mi salvación

Aquí esta la canción del texto. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=MN7ZhxaUNBg





Si los momentos vividos a tu lado se pudieran enmarcar, debería pintar una estancia tan grande como la capilla Sixtina. Debería desgastar mi pincel de amor hasta irritar las paredes al fresco de mi corazón con todas esas miradas que me has dedicado. Debería entonces mezclar miles de colores llenos de matices imposibles para expresar lo que tu voz me hace vivir cada día. Amada mía, desde que te conozco, no existe otro paisaje igual al abrir mis pesados párpados. Tu sonrisa hace erizar mi piel, tus ojos me dan la fuerza para buscar entre la desesperanza un camino más profundo que el desasosiego y el cansancio. Recuerdo tus manos en mi pecho, disfruto de la silueta de tus labios en mis hombros y me estremezco hasta sentirme a salvo de las tiranías que la vida ejerce para mantenerme separado de ti...porque en el fondo si vivo es gracias a tu infinito amor cargado de blanca sinceridad.


Recuerdo los momentos de angustia en los que la fuerza de la alegría cubría mi corazón con un manto protector ante los tiempos de muerte que se respiraban en aquel invierno frío Reconozco que aquellas noches viví gracias a la dulce compañía que me embriaga con el amor que me prestabas, cuando la luna se alzaba en el cielo y las luces de la estancia disminuían su candidez para dejarme solitario en un salón antiguo con muebles de 50 años donde brincaba y saltaba de alegría por verte aparecer en un pequeño cristal.


En aquellos tiempos que se prestaban solitarios apareciste tú. La tristeza me engullía por momentos, mientras mi corazón en construcción se enorgullecía de haber superado días más cortos de lo normal. Y lo hiciste, sonreíste para hacerme invulnerable en los tiempos oscuros que despertaban a los fantasmas y a sus sombras. Fuiste mi salvación, la bendición de la vida para devolverme a la tierra mientras volvía a abrazar la vida soñando que algún día podría estar junto a ti... que tus besos y abrazos cobrarían realidad. Te consideré mi ángel salvador, el motivo de continuar vivo, mientras abría un libro que quiero seguir escribiendo hasta que mi corazón se apague desgastado por la vejez.


No hay nada en la vida que no me hable con tu voz, no existe nada que mirar sin hacerlo a través de tus ojos. No hay olor comparable a la brisa de tu pelo al despertarme. Siento que la fragilidad tiene un antídoto preparado para mí, etiquetado con tu nombre y rellenado con tu ilusión por la vida. No sé caminar sin dejar huellas contigo en mi camino. Las mismas huellas que marcaron el camino de mi felicidad. Cada noche que las sombras me atacan, me aferro hasta escuchar a mi salvación.

Con amor, locura y un poco más.



escritor.dormido