miércoles, 23 de junio de 2010

El chico que deseaba a las aviones




Aquí teneís la canción del escrito. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=xfzxJt_ZLSo


El chico que desea a los aviones:
Dicen que un aeropuerto es un trampolín en la vida. Es la lanzadera personal para llegar a sitios soñados, planeados o imaginados.

Esta es la historia de un chico normal con sueños comunes pero con una chica especial. Esa chica no se encontraba en el mismo barrio. Tampoco en la misma ciudad. Ni siquiera compartían la tierra que pisaban. Ambos se conocieron separados por 2550 Kilómetros de distancia. Esos kilómetros significaban para él razones para enamorarse de ella. Así, desde el momento desde que ese muro alargado llamado distancia emergió entre ellos, ambos se pusieron de puntillas para poder verse, para hablar desde la distancia lejana de sus ventanas.

Ella, aparecía cada noche a través de un cristal, mostrando una sonrisa especial para guardar. Fue así, como él colocó esa sonrisa fotográfica en el marco vacío de su corazón.
Por su parte, ella se dejó arrastrar por las palabras y trucos de amor que la hacían sonreír al levantarse, al vivir o al irse a dormir. Trucos que la sorprendían en cualquier momento.
Fue así, como construyeron algunos sueños juntos, fue así como comenzaron a tratarse de amor.


Y un día, cuando él soñaba con llegar hasta ella para poder observar su dulce sonrisa, le propuso volar como una mariposa hasta posarse en sus labios.
Desde aquel día, él guardo su corazón en un capullo, alimentándose de miradas y charlas, de susurros y risas, hasta que llegara el momento de encontrarse a los pies de un aeropuerto nacional.

Allí, en ese aeropuerto, soñó con las aviones varadas en pista con volar atravesando mares y montañas hasta sorprenderla con una caricia. Vivió con ternura el momento de partir. Disfrutó con las alas, con el fuselaje de aquellas máquinas que elevadas en el aire, podían llevarte a un lugar alejado por 2550 Kilómetros de distancia. Así, fue guardando en su retina un despegue mágico, un aterrizaje especial y acumulando en su corazón la ruta hasta llegar a sus brazos. Disfrutó con esa sensación.
Desde entonces sigue soñando con fuselajes, con asientos en ventanilla y controles de aduanas que pasar. Sueña, con verse rodeados de desconocidos con maletas en manos y leyendo cárteles con la letra y número de puertas de embarques.

Y cuando la soledad de apodera de él. Cuando la distancia le bloquea los latidos del corazón, él acude a buscar billete de aerolíneas. Sin importar el nombre, el prestigio o el color, Soñando solo con observar aquellos aparatos hasta que sea llamado a embarcar al suyo.
Todo, para sentirse una mariposa. Una mariposa al vuelo que se pose en sus dulces labios.
¿Sabéis en que se parece los aviones a las mariposas?
Que sueñas al verlas alzar el vuelo...

escritor.dormido

lunes, 21 de junio de 2010

Perdón eterno


Aquí teneís la canción del escrito. Muchísimas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=N0S-iY2I9MA
El perdón cae como lluvia suave desde el cielo a la tierra. Es dos veces bendito; bendice al que lo da y al que lo recibe. (William Shakespeare)

A veces las discusiones son banales y egoístas. A veces no hay razones para tenerlas. Pero el ser humano, a pesar de racionalizar parece guiarse por impulsos que lo dominan. Pero la maravilla del perdón es la fragilidad que representa. Porque cuando el rencor nos ciega, un gesto tan simple como una mirada o un beso, tiene la llave para abrir el baúl de la reconciliación.
Esta la historia de Sarah. Una historia más en mi mente. Una historia veraz de sentimientos pero de acontecimientos nacidos desde mi desconocimiento.
10 de Septiembre de 2001. Hoy, la oficina ha estado abarrotada de gente. Parecía como si media Nueva York se hubiera decidido a enviar paquetes postales a través de la empresa FedEx. Envíos a Dallas, Austin, Denver o Miami fueron los más repetidos a lo largo de la jornada. Incluso una agradable anciana facturó un paquete con un destino tan exótico como la flamenca España. Miles de caras desconocidas pasaron por los ojos de Sarah hasta la última hora de la tarde:
-Buenas tardes señorita querría enviar un paquete a Boston.
- ¡Hola Jason! Lo último que me faltaba en el día es que medio cuerpo de bomberos se decidiera a enviar paquetes hoy. ¿No trabajas en el parque?
-Hoy no, tenía asuntos que tratar en casa. Mañana entro al turno con Will.
-No te equivocas. Entra mañana. Hoy le he obligado a limpiar la casa porque no se mantiene solo echando agua con una manguera. Bueno, ¿A dónde va este paquete? Respondió con una sonrisa...
Con esta agradable conversación, se despidió de las cuatro paredes que la encerraban ocho horas al día. Salió a la noche del bajo Manhattan con una simple chaqueta de cuero cubriendo su cuerpo del diminuto frío que corría a esas horas de la tarde. Paseó como una neoyorkina más, camuflándose entre las corrientes humanas que navegaban entre los edificios y rascacielos como si de un laberinto se tratara. Una corriente humana diversa. Llena de marcas personales concretas. Pelos de diferente forma y modas tan distantes como el cielo y la noche. Un revuelto de bolsos, maletines de trabajo y mochilas deportivas.
Sarah, ahora con su Starbucks caliente y espumoso en la mano, filosofaba de camino a casa con una cuestión tan tonta como cuál sería la forma en foto aérea de las corrientes humanas que transitaban cada día en la Gran Manzana. Dobló la esquina y la furgoneta gris de Will estaba ya aparcada delante del portal de aquel pequeño edificio adosado de ladrillos en los que desearon formar su hogar. Pensaba en la cena a punto de salir del horno, en la ducha caliente que le predecía y en el beso cariñoso de su bombero favorito. Abrió la puerta apresurada, leyó el título de la correspondencia mientras subía las escaleras y se lamentó de aquellas cartas selladas con el nombre del banco. Las facturas nunca eran buenas noticias.
Entró por la puerta y ensombreció su cara, al ver todavía el desastre que había dejado atrás antes de irse al trabajo. Los sillones descolocados, los suelos poco brillantes y la cubertería reposando sobre el fondo del fregadero. Lamentó su suerte y salió al encuentro con Will. La tensión, la carga diaria de la vida los guió a una larga discusión. Una discusión desfavorecedora. Una discusión de pareja donde un surtidor de malicia dejaba escapar cuestiones ajenas al problema de raíz. Una discusión donde el reproche se extiende más allá de un muro llamado respeto y donde al final las cosas que se dicen no se piensan; alejándose por un tiempo del raciocinio que el humano tiene guardado en sus células más profundas. Will y Sarah se hirieron más que nunca. Soltaron de sus bocas palabras impensables para una situación así. Palabras que en su extremo solo tiene esa noche una consecuencia: Dormir con las espaldas enfrentadas.
Esa noche no soñaron separados por centímetros ni unidos por las manos.
Esa noche, el silencio les incomodó en sus insomnios. Pero ninguno volteó su cuerpo. Ninguno dio su brazo a torcer para brindar una simple caricia. Las horas pasaron y el despertador sonó temprano. Will comenzó a prepararse para acudir al parque de bomberos. Esa mañana limitó sus movimientos. Fue menos ruidoso en un intento quizás de aflorar el arrepentimiento por una discusión inútil. Al partir con su bolsa en la mano, se detuvo por un instante en umbral del dormitorio. Observó el pelo ondulado y la liza espalda de algodón de Sarah. Suspiró en silencio ajeno a la mirada secreta de Sarah a través del reflejo del marco de fotos instalado en su mesilla de noche.
Paso la mañana y con la mente de aquella silueta negra en el marco de fotos, Sarah se había dejado llevar un par de horas por el cansancio. Abrió los ojos, y como cada mañana realizó la manía que su madre siempre le había enseñado: Posar primero el pie derecho. Se desenredó de la sábana y se llevó una sorpresa desagradable al mirar hacia su cómoda y ver como todavía la alianza de Will estaba allí desde la discusión de la noche. Se enfadó muchísimo de nuevo. Sintió un arrebato de ira incontenible. Una pequeña piedra de odio al recordar la situación del día anterior, al rememorar palabras de dolor.
Se acercó a la cocina, abrió el brik de leche y se detuvo por un momento delante del calendario: 11 de Septiembre (Cumple de mamá!!!) Caminó hacia el salón en busca de su móvil. Lo vislumbró en el salón y no agradeció la sensación al encontrarse con un mensaje de voz de Will. Llamó al buzón y escuchó atenta su voz con la sirena del camión de bomberos de fondo:
-Hola nena. Sé que estarás durmiendo. No te he llamado directamente para no despertarte por si estabas durmiendo. Oye, te quiero ¿vale? Siento las cosas que dije ayer. Me arrepiento muchísimo, me siento tonto. Pero te compensaré ¿vale? Mira, mañana sin falta me encargaré de limpiar la casa, te lo prometo. Además te haré una cena estupenda ¡No! Mejor nos iremos a cenar, que te lo mereces, ¿Te parece? ¿Me perdonas? Te quiero, estoy enamorado de ti. Te llamaré cuando pueda, ahora vamos camino del Trade Center. Una de las torres tiene algún problemilla, ¡Tranquila que me cuidaré! ¡Hazlo tú también!
De repente y mientras las últimas frases del mensaje llegaban a su cabeza, otra voz narraba en el salón de casa: En estos momentos ha caído la segunda torre. Nuestra nación está siendo atacada. Una humareda de polvo llena el cielo de la ciudad. Centenares de bomberos, policías y civiles se encontraban en el...
Por un momento el mundo se paró. Sarah se sentó con lágrimas en los ojos en el sofá. Retorció sus dedos de los pies descalzos y encogió su cuerpo cayendo al suelo acompañada con las palabras que aún sonaban en el auricular del móvil en su oreja: Para guardar este mensaje pulse uno...

escritor.dormido

martes, 15 de junio de 2010

Tú eres mi super estrella...




Muchas gracias a todos, aquí está la canción del escrito: http://www.youtube.com/watch?v=Poif751NBY0



Sábado noche. Llego a casa con ganas de escucharte. Me quito las zapatillas y las dejó desordenadas en el baño, al fondo del pasillo. Voy a mi habitación, enciendo el aparato de música y cojo un disco llamado "Amor". Observo tu cara en la portada y le doy la vuelta para elegir una canción:

1. Sonrisa para soñar.
2. Ojos de chocolate.
3. Piel de Algodón.
4. Manos juguetonas.
5.Dientes de oro blanco.
6. Labios para comer.
7. Enamorado de ti.
8.Lunático.
9.Solo tú.
10.Quiero estar contigo.
12.Chica perfecta.

Y decidiendo escuchar tu disco entero me doy cuenta: Que soy fan de ti. Que quiero acompañarte a tus giras mundiales. Quiero estar en primera fila en tus conciertos. Quiero saltar con todas tus canciones, aprendermelas de memoria y recitarlas contigo sin micrófono. Acumular todos los discos buenos y malos que produzcas en tu vida. Llenar mi habitación de pósters tuyos hasta conseguir mirar cada mañana a mi alrededor y que solo estés tú. Pedirte autógrafos para enmarcar en la pared. Comprar las revistas para leer tus entrevistas y guardar los recortes en los que salgas tú. Aferrarme a un dial de radio donde pueda escuchar tus canciones cada día sin parar.

Ahora, después de declararme tu fan número uno. Déjame ser tu representante. El técnico de iluminación que arregle tus distorsiones de luz. El organizador de tus conciertos. Déjame diseñar la portada de tus discos y mezclar los sonidos de tu vida. Organizar la seguridad que te rodee. Ser el portavoz de tus palabras, el descubridor de la octava de tu voz. Déjame ser el productor de tu disco llamado "vida".

Y cuando estemos en tu camerino: Dedicame una canción solo para mí. Una canción con mi nombre, que cuente que me quieres. Que necesitas de mis besos cada noche. Que hay razones para esperar llamadas nacionales. Que el camino puede ser bonito. Una canción que me convezca de que soy diferente, que estás enamorada de un chico con cara y manos. Con un corazón abierto para ti. Un single de amor que lídere las listas de radios. Un single de amor con nuestro nombres. Un éxito de generaciones. Un himno de nuestra vida.

Firmame en el corazón y bésame los labios para no lavarlos jamás.


escritor.dormido

domingo, 13 de junio de 2010

Para mi tía. Te quiero.



Aquí teneísla canción de este escrito. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=MQYIHaAs1aw



Hay
lugares en mi vida que quiero visitar y otros volver a pisar, para no olvidarlos jamás. Y un día, cuando todo repose y tenga que echar la mirada atrás…diré, sí, he estado ahí y ahora son parte de mí. Recordaré sus paredes y rincones. En algunos paseé, y en otros jugué con inocencia… pero ninguno destaca más… todos son el conjunto de mi vida. Hay cosas en mi vida que me quedan por hacer y otras de las que me he arrepentido, pero nunca las olvidaré, porque hacen que sea quien soy, sin esconder mis errores. Hay momentos en mi vida, que jamás quiero olvidar, algunos son bonitos y otros los borraría, pero vivirlos, me ha hecho hacer lo que hago ahora. Hay personas en mi vida que jamás quiero perder, pero otras a las que no voy a volver a ver… y aunque la mayoría son especiales, algunos ocupan más espacio en mi corazón. Y el día que no estén, podré recordarlos con cara y alma… porque algún día vivieron en mí. Y en verdad, si fuera quien soñara, no podría soñar como lo hago ahora.

Reflexiono y perdido en el ayer, y parado en el presente, me detengo en la puerta en la que solías aparecer, siempre cargada de Amor.
Porque no importaban los errores o problemas, nunca dejaste de amar. Siempre mirabas con ternura y abrazabas con ímpetu, nunca dejaste de abrazar con fuerza. Siempre fue una alegría para nuestros corazones, verte llegar con tu amable sonrisa.

Y tengo que decir… que en parte tú has hecho que yo sea así porque siempre adornaste los momentos con cariño sincero y puro: Endulzaste las tardes con golosinas, y los caprichos alimentaron mi sonrisa…

Es ahora cuando me acuerdo de ti y mi corazón late despacio pensando que no hay motivos para llorar por ti, porque simplemente no puedo dejar de pensar en lo bueno, en todo aquello que con la magia de tu corazón podías hacer.
Podías vivir por los demás sin pensar en ti.
Y pienso yo... que si existieran más personas como tú, este mundo sería mejor. Pero ya no importa lo malo porque tú estarás ahí con todos nosotros para recordarnos que simplemente con el día a día se podía amar.

Vuelvo la mirada atrás y ahí estás tú todavía, empujándonos a todos a ser felices. No me hace falta buscarte, porque sin poner mis sentidos en alerta, se que estarás aquí vigilando por mi vida, y es que tú , no podrías haber cambiado jamás.
Ángeles, solo quiero decirte una cosa que quedó atrás: Nunca nadie tuvo un nombre más acertado que tú: Fuiste un ángel en la tierra y ahora lo eres en el cielo.
Te queremos.

escritor.dormido

miércoles, 9 de junio de 2010

Gracias



Aquí teneís la canción del escrito. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=qwNPsc6rFjs
La palabra gracias. Si acudís al diccionario a buscar su significado no lo encontrareis. Las enciclopedias no esconden sus letras. La palabra gracias es indefinida, poco concreta y abstracta. Pero en sus defectos están sus virtudes. La palabra gracias abarca miles de sentimientos, miles de sensaciones, sin atarse a un significado propio. Es en esta cuestión, que cada humano puede utilizarla en su beneficio y darle el matiz que necesita. Gracias por lo bueno, gracias también por lo malo.

Hoy debo utilizar el gracias para una persona. Para que sea consciente de que cada día las cosas que piensa, hace o dice no pasan por alto. Que se detienen en un lugar llamado corazón. Pero lo más importante en un lugar llamado cerebro.
Soy consciente de que puedo hacerte daño. Soy consciente de que tengo defectos. Se que son malos, que pueden quemar los cartuchos que tenemos. Pero me doy cuenta de cada detalle, de cada línea minuciosa que tu trazas por el bien de los dos. Debes de saber que las he encontrado todas. Que nunca tus palabras caen en vacío

Y utilizando para mi el beneficio la palabra gracias hoy en las malas, pero en las reales quiero dárselas

Y a pesar de que repetiré muchas palabras, lo importante hoy no es adornarlas sino cargarlas de significado. Porque cada uno de vosotros seguro que al leer hoy esta prosa os sentiréis identificados. Hoy más que nunca que no hay razón para vosotros, acudid a esa persona para susurrarle un gracias.

Gracias cariño:

Gracias por ser tú. Gracias por tus consejos en mi vida. Gracias por tu paciencia. Gracias por tu comprensión, por las ganas de mejorar las cosas. Gracias por tu iniciativa. Gracias por tu preocupación. Gracias por tu piropos. Gracias por tus cenas. Gracias por tus ilusiones. Gracias por tu sacrificio. Gracias por tus sonrisas, gracias por los buenos momentos. Gracias por la confianza. Gracias por los suspiros. Gracias por los enfados, demuestras que las cosas te importan. Gracias por tus sueños, por compartir los míos. Gracias por llorar, gracias por prohibírmelo a mí. Gracias por los planes que creas para los dos. Gracias por imponerte. Gracias por intentar ponerte en mi papel. Gracias por tu interés. Gracias por la solidaridad. Gracias por escucharme siempre. Gracias por hacerme sentir especial. Gracias por mirar siempre por mi bien, por necesitar verme feliz cada día. Gracias por jugar el papel que tienes. Gracias por mirar hacia delante. Gracias por evitar hacerme daño. Gracias por querer mejorar. Gracias por tus llamadas. Gracias por tus mensajes. Gracias por la insistencia, por querer que vea la cosas. Gracias por enseñarme que el mundo es un abanico de pensamientos. Gracias por ponerme un mote cariñoso. Gracias llamar a los cinco minutos de enfadarnos. Gracias por preguntar. Gracias por reclamar. Gracias por echarme de menos. Gracias por entromete en mi camino. Por estar segura de mis posibilidades. Gracias por sufrir. Gracias por tirar de los dos, por evitar que la distancia aflore. Gracias por hacerla más corta. Gracias por quererme como soy. Gracias por los momentos íntimos. Gracias por ser fuerte y comprender mis debilidades. Gracias por soportarme cuando soy el señor gruñón. Gracias por despertarme cada mañana con tu buenos días. Gracias por tu voz. Gracias por tus esfuerzos. Gracias por las sonrisas dedicadas para mí. Gracias por tus besos. Gracias por ser esa dimensión diferente al resto en la que puedo soñar. Gracias por los momentos divertidos. Gracias por tu efectividad. Gracias por cogerme la mano. Gracias por las escapadas. Gracias por las bromas. Gracias por esas películas clásicas. Gracias por ser especial. Gracias por tus besos. Gracias por tus caricias. Gracias por tu olor. Gracias por los momentos reales, por los momentos soñados. Gracias por las conversaciones absurdas. Gracias por perder la cabeza conmigo. Gracias por olvidarte de lo que hablamos. Gracias por tu histeria. Gracias por preocuparte que algo malo pase. Gracias por pensar en mí. Gracias porque has sabido encontrarme. Gracias por tus perdones, por aceptar los míos. Gracias por no darle importancia a las cosas cuando no la tienen.
Gracias por las discusiones, porque estoy seguro de que nos harán crecer y madurar. Gracias por crecer, gracias por dejarte influenciar por mí. Gracías por haber dado pasos que nunca pensaste dar. Te quiero y estoy enamorado de ti.
escritor.dormido

martes, 8 de junio de 2010

Historia de un beso.


Aquí teneís la canción del escrito. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=v7rX_o4BpOI

A veces los besos tienen bonitas historias escritas detrás ... más allá del roce de los labios. Historias selladas por la magia que sienten dos corazones cuando pueden hacer de sus latidos un eco que resuena dentro de dos cuerpos a la vez. La historia que arrastra un beso, es escrita por la mirada de dos. Es escrita por el ansia de los que se desean simplemente por la unión de un sentimiento mutuo y propio: El amor. Esta es mi historia. Una historia guardada en mi corazón y en el de la persona que la comparte. Una historia para mí, noble y maravillosa, escrita con la pluma de mi corazón.

Allá por Marzo, cuando los árboles sacuden de sus ramas la nieve del invierno, cuando el sol crea los charcos en las baldosas de las aceras, yo me encontraba en un aeropuerto nacional dispuesto a embarcar en un avión para conocer a una persona y a un lugar que tan solo había visto en fotos y en mapa. Una persona con manos y voz propia que nunca había tocado. Es extraño enamorarse de una voz y soñar con unas manos que no puedes ver articular ni gesticular. Solo ansiar e imaginar.

Ahí en el aire, acercándome a ese destino tan buscado, descontaba los minutos y kilómetros que me separaban de un sitio diferente al que me rodeaba. Un sitio que prometía aquello que quizás hacía tiempo de lo que no disfrutaba: La felicidad. Cómo explicar con palabras cuando tus ojos desean ir más rápido que tus piernas. Como tu corazón se agita ansiando arrastrar una maleta hasta unas puertas corredizas de cristal. Unas puertas que prometen una visión extraterrenal, alejada de la realidad que vive en tu mente. Una visión diferente de cómo la imaginaste, pero una visión que no podré olvidar jamás en mi cabeza.

Y como el destino lo había planeado, esa visión se materializó en mis retinas y me confirmaron lo que en mi corazón se había grabado a fuego: Que estaba enamorada de la chica más bonita que ha pasado por mi vida. Si... esos momentos de encuentro fueron maravillosos. Ese momento disfruté de nuestras manos unidas pero también observó los nervios que repicaban en mi interior pero que pronto una dimensión llamada yo supo controlar con naturalidad.

Pasaron las primeras escenas, los primeros compases de un baile de salón. De disfrutar cada palabra, cada visión, cada roce de manos o cada mirada a los labios. Un mundo nuevo se extendió a ambos lados de la carretera y una luz brillante señalaba cada significado.

Como cada historia, siempre hay un núcleo. Un acto que lleva al desenlace. Un acto sencillo y austero o complejo y de detallado. Mi acto fue natural, sin focos ni un guión ya pactado.
Ahí, en un decorado natural, alejado de un público expectante. Ella subió al estrado de cemento que la vida puso ahí. Y yo, atraído por su cintura, sin poder moverme más allá del ancho de su cara cerré los ojos para fusionar mis labios con los de ella, para dejar escapar un susurro de mi corazón donde confesé en silencio lo mucho que esperé aquel momento.


Fue entonces cuando decidí que la historia no debía ser sellada. Y es así que sigo escribiendo versos en prosa para producir un nuevo capítulo. Un capítulo ambientado en otro lugar. En otra hora, otro mes. Con una luz diferente. Pero capítulos con la misma protagonista, con los mismos labios que tanto necesito. Con los mismos besos que titulan esta obra.
Te quiero


escritor.dormido

viernes, 4 de junio de 2010

El órgano de teclas imperfectas






Aquí teneís la canción de este escrito. Muchas gracias:http://www.youtube.com/watch?v=Nlv21S_Z93s&feature=fvw

Hace muchos años, cuando las monedas tenían la cara de un dictador y la libertad aún observaba entre barrotes el azul del cielo, existía una pequeña ermita en una calle ciega de un barrio de Madrid.
Cuentan los ancianos, sentados en la taberna de los viernes, con un chato de vino entre las manos que allí tocó el órgano un virtuoso de las teclas. Un vagabundo de pelo cano y grasiento, abrigo harapiento, zapatos desgastados, pero de manos finas, limpias y cuidadas. Decían de él que en el pasado fue importante. Que vivió acogido en el vaticano entre el papado y los cardenales para interpretarle a Dios las canciones más bellas; a pesar de que no creía en Él. Dicen las lenguas del barrio que se escondía de la dictadura, que huía de una muerte segura, del encarcelamiento por interpretar canciones de sueños y libertades, de progreso e inmoralidad cristiana.

Pero lo único demostrado es que tocó cada domingo en aquel órgano de teclas rotas interpretando una canción imposible de recordar. Llena de acordes melodiosos y crescendos interminables que el bautizó como Aleluya. Una canción que narraba la grandeza del Señor y los reyes de Israel

Cuenta los que por aquel entonces era niños, que lo vieron tocando con los ojos cerrados, elevando la cuenca de los hombros, puntilleando sus pies intentando elevarse en vuelo al cielo, extasiado por aquellas notas que tocaba cada domingo en misa, en aquel órgano imperfecto. Un órgano con teclas mudas que no sonaban. Un órgano de madera y tubos oxidados. Un órgano centenario que rechazaron pianistas profesionales.

En el fondo del bar, narró el sacristán, que el pianista poseyó una llave para él donaba por el sacerdote. Una llave con la que se colaba en la ermita para interpretar en la noche melodías preciosas que bañaban aquella calle ciega de un barrio de Madrid.
Cuando miran al pasado y preguntan por él. Cuando buscan una respuesta a porque despareció el día que venció la democracia, la gente solo puede recordar con lágrimas los guantes posados en las teclas de aquel órgano de teclas imperfectas que solo unas manos indigentes supieron hacer sonar.

escritor.dormido

martes, 1 de junio de 2010

Trozo de Papel...




Aquí teneís la canción del escrito. Mil gracias como siempre: http://www.youtube.com/watch?v=2SbvJeIWAv4


Hacía unos minutos que el timbre del recreo había sonado para volver a clase. Acunó entre sus brazos la carpeta que aglomeraba todos los apuntes de Arte, sin duda la asignatura más interesante de Segundo de Bachiller.
Caminó entre los pasillos del instituto atestados de estudiantes adolescentes inmersos en la recta final del curso. Se agobió del calor de las paredes de aquel recinto antiguo al que quizás podía hacerle falta un remodelación. Desabrochó de su camisa dos botones dejando al descubierto el colgante de coco que había comprado el verano anterior en un mercadillo de Torremolinos donde su familia había las últimas vacaciones.

Entró al aula de la asignatura, donde su profesor esperaba sentado pacientemente, custodiado a su espalda por una proyección a ordenador que serviría para mostrar toda la belleza que contenían los maravilloso edificios barrocos o las austeras y estáticas esculturas griegas.
Descendió las escaleras con intención de ocupar su sitio habitual, el mismo que le proporcionaba la satisfacción de poder observar con amplitud la totalidad de la pantalla de proyección junto con aquel cabello corto y moderno por el que llevaba suspirando hacía ya dos trimestres.

Se apagaron las luces del aula, mientras el éxtasis de Santa Teresa
( http://creerparaver.files.wordpress.com/2007/10/sta-teresa-bernini.jpg) hacía su aparición en la pared. El maestro, comenzó a señalar con su dedo, las características propias de la obra mientras sus ojos brillaban por la luz dorada que emergía de la parte superior de la foto. Señalaba anonadado, la rugosidad del ropaje de Santa Teresa, su expresión de éxtasis, el desorden de las figuras… Allí, dejándose envolver por aquel misticismo obra de Bernini, por primera vez en el curso apartó totalmente el bolígrafo de sus dedos para dejar llevar su alma por el arte.


Apartó su mirada de la presentación, y clavó sus ojos en aquel cuadro situado dos asientos más abajo de ella. Un cuadro disonante, a semejanza del barroco, un cuadro donde cada centímetro de piel era una expresión diferente, bella y cargada de detalles para enamorarse. Acurrucándose en aquellas incómodas sillas, observó la silueta de su cuerpo. Ascendió desde sus zapatillas All Star de color rosa, recorriendo con un labio apretado las curvas de aquel vaquero de pitillo blanco, hasta detenerse en la rotura cerca del muslo. Disfrutó de aquellos hombros desnudos que partían brillantes por la tenue luz hasta mostrar un tatuaje en la muñeca izquierda. Subió por aquel torso fino, impulsándose en los cristales de las gafas Ray Ban que siempre acompañaban a su cuello lleno de colgantes de plástico hasta llegar aquella cara de cristal. Una cara preciosa, dibujada con pinceles de mármol, adornada por unos labios finos y apetecibles. Coronada por unos ojos verdes como los helechos frondosos del bosque a juego con aquellos pendientes estridentes que tanto le gustaba llevar.

Allí, sintiendo un éxtasis de amor que recorría cada célula de su cuerpo, dejó elevar su corazón al techo del aula. Se proclamó en ese instante como un Bernini post moderno, dejándose esclavizar por aquella figura desequilibrada en su vestir, pero atrayente como una obra maestra de la naturaleza, hija del desenfreno de vestir, pero anclada a la belleza humana.
Por un instante comprendió que el miedo es enemigo del arte, que la represión de una expresión es la pérdida de un sentimiento. Ahí, en sumisión a la inspiración empuño un bolígrafo y escribió en un trozo de papel como si de un lienzo se tratara.
Lo dobló y lo lanzó a la vera de su musa inspiradora. El profesor no omitió el vuelo de aquel trozo de folio, así que lo interceptó con bastante mano dura. Lo tiró a la basura, y se volvió para preguntar:
- Señorita Alicia Gómez, ¿ Quiere compartir con la clase lo que tenía que decirle a Aurora García? ¿O lo olvidamos en la papelera?
- No se preocupe señor profesor, simplemente era que estoy enamorada de ella.

escritor.dormido