viernes, 29 de enero de 2010

Cosas de primaria...










http://www.youtube.com/watch?v=J5Tc8kuNGrw


Es de madrugada y mientras apoyo mi cabeza en la ventana empañada por mis sentimientos, puedo cerrar los ojos para volver a sentir la maleta cargada de libros de primaria a mis espaldas, todos aquellos que un día, taché de inservibles. Vuelvo así a sus páginas de dibujos garabateados con lápiz, pero esta vez ya no es lo mismo...
Me deslizo por la cremallera de la maleta...todo está en silencio y es por ello que oigo a mi corazón latiendo de felicidad de nuevo....Y tengo que decir... ¡que suena bonito! Y al son de esta percusión natural, acompaña en mi cabeza la melodía de un violín juguetón que a la dirección de una directora de orquesta exigente, chirria notas altas de felicidad. Porque caminando por el pentagrama, saltando entre nota y nota tú te conviertes en el doble sostenido que sube el tono pudiendo recorrer la escala entera para saltar a la siguiente asignatura... do re mi fa sol la si ¡DO!
Me encuentro ahora en el libro de lengua, comenzando a correr de renglón en renglón hasta tropezar con un punto y final y caer al vacío, pero tú eres el signo de interrogación que engancha el cuello de mi camisa dejándome deslizar por una sopa de letras en la que ya han encontrado la palabra luna. Parece que hay escrito un dictado con muchas faltas de ortografía y como veo como nota un cero, decido cambiar de asignatura.
¡Vaya! Estoy en matemáticas, y tengo que deslizarme por cuidado sobre el enunciado del problema para después esquivar los números que caen de las sumas y restas por las que camino. Y con mucho esfuerzo y sin ayuda de calculadora, adivino el resultado final: Tú.
Terminó de subir la pequeña montaña dibujada en la portada del libro de Conocimiento del Medio y me voy directamente al tema de la tierra para estudiar todas las capas que la rodean y en las que quiero volar cogido de tu mano. Y tras terminar de leer, me encuentro un asterisco en un margen que pone Sol: estrella brillante y redonda que a veces puede salir a veces por las noches. ¡Upis! No sé si esto es verdad pero creo que suspendería esta asignatura... bueno algún día lo comprobaré.
¡Hi! Estoy en inglés, intentando no marearme mirando la foto del Big Ben. Ahora me siento un privilegiado porque ya se me los colores y los números así que voy a rayar y a escribirte en la página: You are a beautiful white tulip! (¡Eres un precioso tulipán blanco!). Tras engañarme e imaginar que soy bilingüe saltó de portada en portada...
Hasta llegar al bloc de educación artística y ponerme a dibujar y a pintar paisajes nevados y fríos donde imagino abrigarme contigo para luego caerme una, dos y tres veces... intentando esquiar, pero una cara de armónica arreglará que te rías de mí y vengas a recogerme. No quiero mancharme las suelas de rotulador así que me marcho a repasar la última asignatura.
Y sentado en la clase de informática, presto a coger el ratón me quedo anonadado tras comprobar una y otra vez el mouse del ratón no deja de pinchar sobre la foto de tu bella sonrisa, y por más que intento cambiarlo tú estás en el fondo de pantalla, mientras el profesor me pregunta cómo ha llegado tu foto hasta ahí.
Puede que no quisiera esforzarme en estudiar, pero la culpa es de la imaginación: Estarías en la pizarra escondida entre las explicaciones del profesor, o en las taquillas asomando entre el material escolar. Tu voz sonaría por encima del timbre que llama al recreo. No sé qué pasará con mis notas pero no dejaría de distraerme.
Vuelvo a despertarme de este tímido sueño y una vez acabada mi jornada escolar, reflexiono y solo puedo llegar a una conclusión: Que si volviera al pasado y te siguiera conociendo no podría aprobar el curso porque no dejaría de escribir tu nombre en todos mis apuntes.
escritor.dormido

jueves, 28 de enero de 2010

Con tu nombre




Aquí teneís el link de la canción. Escuchadla con el texto gracias: http://www.youtube.com/watch?v=16FdJrrAWSo


Hay veces que se pierden los sentidos escribiendo...

Hay historias mágicas que son ciertas dentro del corazón... todo lo que venga del corazón siempre es cierto y verdadero. Esta historia lleva días guardada en mi corazón y tengo que decir... que todo es cierto...cierto.
No soy astrólogo, pero se moverme entre las estrellas porque las visito todas las noches y ellas me susurraron el camino para llegar hasta la luna. He hablado con ellas de Amor.
Tengo que decirte algo: Después de pasarme tanto tiempo en las puertas de la inmensidad del universo hay una cosa que nadie sabe. Hay un planeta con tu nombre. Lo he hecho yo para ti. Llevo construyéndolo cada noche solo con mis manos, pero no se ve desde la tierra porque solo yo sé donde se encuentra. Sueña conmigo y lo encontrarás:

Volaremos sentados en una estrella fugaz brillante e incandescente. Nos acomodaremos y juntos pondremos rumbo a tu planeta siguiendo el camino mágico que la estrella se plantee.
Estate atenta... porque una noche... cuando menos te lo esperes pienso tocar a tu ventana, tenderte la mano para que subas al lomo de la estrella, te sientes delante de mí, y al poner mis manos sobre tu cintura comenzaremos a volar. A medida que nos alejemos de presencia humana, iremos aumentando la altura y recorreremos muchos países desde el aire escondidos en la oscuridad de la noche para echarles el último vistazo, pero cuando cambiemos de hemisferio pasaremos a ser bañado por la luz del sol para terminar de observar los paisajes más increíbles que existan en la otra mitad de la tierra.

Llegará el momento en el que cierres los ojos con fuerza para sentir la caricia del aire en tu cara... y ahí, cuando yo te diga abre los ojos... abre los ojos y te agarre de las manos, presenciarás en ese mismo instante como la estrella ya salió al universo y vuela ahora a través de la galaxia, rodeando los planetas del sistema solar, sacándoles fotos que solo se guardarán en nuestras retinas.
Aceleraremos el ritmo, esquivaremos a las estrellas las cuales podríamos tocar con solo estirar las manos, ellas te saludarán brillando porque saben a dónde vas y que tú eres la que le da nombre a ese planeta escondido... y aunque mires a todos los lados, no lo verás brillar todavía porque tu planeta está fuera de la vía láctea, y será entonces cuando seremos las únicas personas que hayamos viajado por la inmensidad del universo, solos tú y yo admirando planetas, meteoritos estrellas... con formas, colores nunca imaginadas por un ojo humano.
Doblaremos soñando una esquina para enfilar el final de este bello camino hasta llegar a la estación de tu planeta, mientras te extrañas porque no existe el color en ella... pero yo sonrío porque se lo que va a suceder, es tu planeta, solo para ti:


Al poner el primer pie en el suelo, todo se impregnará del color que tu desees, mientras que un vestido precioso envolverá tu piel para pasear por la alfombra roja que se extiende bajo tus pies invitándote a conocer las hermosas aguas azules que bañan las fértiles tierras que te rodean pareciendo no tener final y que están decoradas con las flores plantadas con la misma semilla de tu belleza.
Pero tu planeta no es como cualquiera... el tuyo tiene una particularidad. No tienes noches ni días. Los días serán noches y las noches serán días, el sol y la luna brillarán a la vez en el cielo para que puedas soñar dormida en la noche y soñar despierta durante el día.
Será algo maravilloso ver como tu esencia estará en todos los átomos de tu planeta, dando vida a la flora, a la fauna que harán de la tuya, la naturaleza más hermosa y fantástica del universo, mientras el tiempo no pasa, porque se doblegará en tu presencia al igual que los animales que reconocerán que el canto de los pájaros son las gracias porque saben que tu respiración es el oxígenos que les da de vivir.
Busca bien en tu planeta, porque recolecte los paisajes más maravillosos de cada rincón del universo solo para ti, para que ningún ojo pueda jamás disfrutarlo más que tú.
No olvides un detalle importante: Cuando quieras recorrer tu planeta, prueba a coger carrerilla y a saltar... y verás que podrás volar. Pero esto... es muy fácil de explicar:
Eres la gravedad que rige tú planeta, tú solo tú diriges esos 9.8 metros por segundo, decidiendo las cosas que caen o se mantienen en el aire, las que levitan o no se levantan.
Tú eres la relatividad de todas las cosas y están solo pasan porque tu así lo quieres. Nada será triste o alegre, sino como tú quieres que sea.
La física y la química llevan tu nombre con apellidos porque tú has elegido a dedo cada elemento de la tabla periódica, indicas la velocidad a la que tu planeta da vueltas y tu mirada da la explicación a todo aquello que lleve inscrita una fórmula.

En fin... no hay más explicaciones que dar... TÚ eres la ciencia que explica todo lo que sucede, la que demuestras todas esas reacciones tan mágicas poderosas que existen en mí y con las que he construido cada rincón de este planeta, construido solo para ti...

Solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti , solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti, solo para ti.
escritor.dormido

lunes, 18 de enero de 2010

Impulsos inevitables...


Hay impulsos que son inevitables. Hoy por hoy, vivo de impulsos. Este es el resultado uno. Esta vez... ha sido diferente. Pura química...
Poned la música como siempre, y luego pinchad en la imagen para verlo con el zoom adecuadamente. Gracias. http://www.youtube.com/watch?v=mlyyuO91iEU
escritor.dormido





sábado, 16 de enero de 2010

El guardián de Penyafel.


Aquí esta la música correspondiente a este escritor. Muchas gracias:
http://www.youtube.com/watch?v=_I1x-aVqvKI


El cortante viento azotaba las facciones de su cara con el mismo cariño de todos estos años atrás. Y como en aquellas ocasiones, Andreu había cerrado los ojos para recibirlo con los brazos abiertos, mientras caminaba acompañado por su hermoso pastor catalán de pelo marrón llamado Lino por las calles nevadas, directo a visitar una parte de su corazón. Caminaba en el pueblo, apagado a esas tempranas horas, atravesando el juego de sombras que producía la mezcla de la débil luz de las farolas y del brillante alba, que asomaba por el horizonte mientras la luna recogía su manto de estrellas. Las calles permanecían tranquilas, calladas y en su mente solo sonaba una elaborada melodía que solía cantar su madre al levantarse tras los primeros rayos del sol. Allí, en las calles de Moja, en el pueblo donde había nacido y crecido, arrastraba su bastón, llevando a cabo el sagrado paseo que lo llevaría a la joya de su corazón. Avanzó, avanzó, hasta toparse con la torre de Moja parándose a observar sus ya irregulares ladrillos y los pequeños arbustos que crecían entre el cemento perpetuo que los unía. Sus pasos arrastrados, desembocaron en la estrecha calle Llarg. Y tras encoger su cuerpo interiormente, pudo enfilar el camino más maravilloso y mágico que había cruzado en su vida...
Su corazón dio un pequeño respiro de alegría, atenuando aún más los pausados latidos que bombeaban la sangre de sus venas. Y tras dejar atrás la última casa del pueblo, miró la extensión de campos nevados que se proyectaban delante de sus pupilas y pensó que los campos de Moja eran el lugar ideal para acostarse y soñar con cosas preciosas. Avanzó un paso en la fina capa de nieve que cubría el camino e inspiró profundamente para sentir en su cuerpo el frío de la mañana.
Y mientras caminaba por esos brillantes y blancos parajes recordaba fragmentos de su infancia... largas caminatas, siestas bajo sombras de frescos árboles, juegos de niños, escaladas por robustos troncos, robos de frutos, e incluso alguna bronca que acaba con una dura reprimenda de su padre. A cada paso que daba, más se inundaba su corazón de recuerdos y vivencias que jamás olvidaría, que solo eran suyos.
Fue cuestión de tiempo que sus pesados pasos acabarán en la visión más perfecta y especial que unos ojos humanos podría tener si lo deseaban... la hermosa ermita de Penyafel. Se acercó con sumo cuidado, aminorando los pasos que dibujaban huellas tras de sí. Y mientras Lino se sentó como era habitual ante el ritual de su amo, Andreu comenzó a acercarse con sigilo hacia la puerta de la ermita. Se paró en seco. Extendió su mano derecha, hasta sentir la fría temperatura de la madera del portón, suspiró hondó, cerró los ojos y avanzó caminando alrededor de la ermita, sin separar sus dedos de sus gruesos muros; mientras la magia de los mismos recorrían su cuerpo, y la historia... la pura historia que encerraban pasaron por su mente, acordándose de las interminables historias que su abuelo y su padre le contaban con sabiduría. Historias de generación en generación que narraban la perpetúa existencia de la ermita de Penyafel a lo largo del tiempo, de las historias que sus paredes contenían y de los acontecimientos que vivieron a lo largo del mismo.
De cómo padre sobre hijo, abuelo sobre padre y bisabuelo sobre abuelo... se contaron las cosas que esta ermita presenció en el tiempo...
Del paso de las caballerías de los Nobles catalanes y castellanos, del relinchar de los caballos, del tintineo de sus armaduras... de sus batallas.
Testigo de la reconquista de los Reyes Católicos, de la riqueza que llegaban de América. De las dinastía reales, de la expulsión de los judíos, de las guerras del Rosellón, del Imperio Germánico, de los Borbones... del auge económico, del crecimiento de la industria textil catalana, de los carros con preciosas telas, de las vendimias de sus vinos, del cava... de los comienzos del catalanismo, de la crudeza de la guerra Civil... de la vuelta de personas muertas, del terror sembrado.
Pero también de miles de pequeñas historias de protagonistas sin rostro. De los rezos de los campesinos y las atrocidades cometidas por los sucesivos condes de Barcelona. De llantos de niños sin comida, o de madres sin poder alimentarlos. De la tristezas de madres sin hijos o de viudos y viudas.

Del comienzo algunas vidas, del repicar de sus campanas, de las misas acontecidas bajo su altar, de los funerales, de bodas... ermita de Penyafel...lugar de confesiones, escondrijo de perseguidos, o refugio de pobres. Y ahí eterna en el tiempo... ha sido venerada y cuidada como un tesoro por los diferentes guardianes de la ermita. Acompañada en la salida de cada amanecer y en cada puesta del sol.
Andreu era el último de una dinastía familiar. Era el último guardián de la ermita. La acompañaba en el alba y en el ocaso. Acariciaba sus muros, rezaba en su interior, y la contemplaba largas horas, sentado en los prados de cultivos. Y allí, día tras día de su vida, grabó en su retina cada rincón, cada línea de esta preciosa ermita. Escondido en las sombras de arbustos veía a pasar niños en bicicletas, coches modernos, a la chica que siempre paseaba su perra hasta la ermita, a las ancianas de paseo... Andreu como guardián vivía con ella las pequeñas y grandes historias que acontecían en el tiempo y del que solo las sombras sabrían la verdad.
Terminó de dar la vuelta a la ermita, besó su puerta y se sentó en el prado nevado, azuzando su anillo de guardián forjado en plata y trasmitido de generación en generación que tenía en su dedo anular derecho.
Andreu soltó lágrimas de veneración hacia esos muros. Inspiró hondo y sacó un sobre envuelto en pañuelo de seda ya viejo y desgastado pero que mostraba en sus hilos la belleza que un día demostró. Tocaba partir. A Andreu no le quedaba mucho tiempo de vida. El paso del tiempo, benévolo con la ermita no lo era igual para los mortales guardianes. Y como un día su padre le advirtió, llegará el momento en que un guardián de Penyafel no tenga descendencia y habrá que elegir sangre nueva.
- ¿y cómo será padre?
- El vendrá hijo, él vendrá y encontrará la piedra. La piedra que se desprendió el día que repicaron por primera vez sus campanas. Y será ahí donde has de colocar el anillo de guardián.
Con estas palabras en la cabeza, Andreu, que no tenía hijos y estaba próximo a la muerte procedió a prolongar el secreto del guardián de la ermita de Penyafel, pero antes volvió a leer las palabras que encontraría el futuro elegido.


Estimado elegido:
El sabio tiempo ha hecho que tú hayas llegado a encontrar la piedra que encierra el tesoro de todos aquellos que un día protegimos con el corazón y el alma a esta ermita sagrada. Solo el tiempo sabe con exactitud cuánto tiempo se mantendrá en pie. Pero se debe cuidar como el tesoro que representa para todos aquellos que un día entramos dentro de sus muros. Una generación entera lleva cuidando cada día de su vida a esta ermita, procurando que jamás pierda la magia que encierra sus muros. El anillo que te encontrarás envuelto en este antiguo pañuelo es el símbolo de todos aquellos que un día protegimos a lo largo de los siglos en silencio y secreto a esta ermita. Espero que lo lleves con orgullo y que desde este día puedas sentir a esa magia de la que no puedo dejar de hablarte. Prueba a acariciar sus muros, mientras cierras los ojos y enseguida tus oídos podrán escuchar las risas de los niños, los rezos de las ancianas y los cantos de un sacerdote. Podrás sentir una paz celestial, y como esta ermita es un tesoro de la humanidad. Nunca olvides que Penyafel es el tesoro de Moja. Mientras ella este de pie, Moja vivirá en ella y ella vivirá en Moja. Ella será un lugar especial para cada habitante de este pueblo y todo aquel que desee disfrutar de ella. Acompáñala cada día y que nunca se te olvide la frase deuna persona muy santa que pisó esta ermita: ¿Sabes por qué Penyafel es el lugar más adecuado para vivir los amaneceres y los atardeceres? Porque hasta los ángeles bajan del cielo para hacerlo aquí. Con el amor de quién un día cuidó en secreto a esta ermita, que su magia llené todo tus rincones.
Andreu Vila, último guardián de la ermita de Penyafel.

Colocó el sobre y se desprendió del anillo, mirando por última vez su inscripción: els secrets es guarden amb el cor (Los secretos se guardan con el corazón). Lo introdujo todo envuelto en el paño y volvió a colocar la piedra suelta en el muro, a la espera de que alguien la encontrara. Retrocedió algunos pasos, observando al secreto de su corazón y se sentó junto a Lino en el nevado suelo con el mismo manto de nieve que la ermita para taparse con ella hasta su despedida.

escritor.dormido










sábado, 9 de enero de 2010

Cuento: De Mamá para Mireia ( Érase una vez...)


Aquí esta la música que enlaza este texto. Como es habitual, ponedla y leed simultaneamente. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=DZHw9uyj81g



Carla estaba en el rincón de su habitación. Se encontraba de rodillas. El dolor de los golpes le recorría sus costados. Su mano sangraba y el corto vestido que llevaba se había teñido del rojo de su sangre. Las lágrimas ya no resbalaban por sus mejillas, porque ese día sus lagrimales se había secado para siempre. Sus ojos no denotaban expresión alguna. Los llantos de Mireia penetraban con agudeza en sus oídos, y recorrieron su cuerpo como una daga afiliada. Fue entonces, cuando tras el portazo de la puerta fue capaz de levantarse con mucha dificultad, y con el dolor de haber sido forzada entre sus entrepiernas, se levantó a tenderse y esconderse bajo las sábanas, y fue allí, con la triste melodía llorosa de Mireia cuando pudo recordar el camino de sus penas y paseó de nuevo por su pasado. Su mente fue invadida por recuerdos… y se acordó de la deuda de sus padres, del alcohol que este ingería, de la enfermedad de su madre, de la muerte de su hermana, de no tener estudios, de las noches encerrada en el baño con un dedo en la boca, y de cuando… sus noches se despedían con un… te quiero princesa. Y eso fue la llave… cuando soñaba con ser una princesa. Acudió a los pies de la cuna de Mireia. La cogió en brazos, la envolvió en su manta y la azuzó contra su pecho con un deseo en su mente, mientras la niña de dos años miraba a su mamá con ojitos cansados. Y mientras Carla encendió la grabadora de su móvil para advertir a su tesoro más preciado, en un arrebato de amor materno, le susurró el cuento más real jamás contado… donde no existió nunca la fantasía y donde se refleja el mundo real.
- De mamá para Mireia. Susurró en el aire.
 
Érase una vez, hace mucho tiempo, una princesa anoréxica que vivía en un triste y oscuro palacio. Las paredes no resplandecían con velas de colores y la estancia nunca olía como un campo primaveral. Ya no había gente en él. No existían mayordomos, doncellas, ni caballeros reales. Sus caballerizas estaban desiertas y los caballos se había escapado. Los soldados no protegían la muralla a punto de derruirse y el foso que protegía el castillo se encontraba disecado y sin peces. Los salones de baile tenía borrados los hermosos lienzos que los habían decorados. Las colosales lámparas de lágrimas que un día habían alumbrado con todo su esplendor ahora yacían batidas en el suelo y el melodioso piano se había quedado sin teclas.
El palacio y su reino se había extinguido, no existían persona que no viviera por dinero, que no utilizará la violencia. Los mendigos y los pobres se agolpaban en las calles, sin auxilio de burgueses y nobles que se marchaban a otros reinos más prósperos. La guerra gobernaba los límites del reino y el clamor y el roce de las armas inundaban un cielo en el que el sol ya no quería salir.
Allí en el interior del palacio todo era oscuro. El rey, había empeñado su trono y su corona y no paraba de beber vino y aguardiente hasta caer borracho y cebarse con la débil reina, a la que golpeaba con violencia, frustrado y lleno de rencor, mientras a ella la consumía una malvada enfermedad de la cabeza que le producía unos dolores terribles y que hacía que su cuerpo no funcionará con normalidad.
Y más arriba, en la ya casi derruida torre, encerrada en una habitación sin llave, se encontraba la princesa. Vestía un raído y descolorido vestido que un día fue azul, pero que ahora no tenía color. Se miraba, al espejo empañado y carcomido por el paso del tiempo y se veía fea. Veía en el reflejo curvas sinuosas, exageradas y creía que no tenía su figura ideal, la figura de una princesa. Estaba gruesa y horrible, y toda su vida era un laberinto sin salida, y desesperada, esperaba una poción mágica que nunca llegaría, pues carecía de hada madrina. Su vida se convirtió en pesadilla y soñó con un hechizo malévolo que acabara con su vida, pero la única solución que se le ocurría era introducir los dedos en su boca, esperando mejorar su figura de princesa para algún príncipe azul… pero no lo había, ninguno quería acercarse a buscar a una princesa que no tenía la puerta cerrada con llave y por la que no había que superar mares y montañas.
Pero un día, se rompieron las cadenas, y un príncipe azul al galope en su hermoso caballo pasó por el castillo y tras mirar por la ventana se quedó prendido por la belleza que desprendía la princesa, del brillo a juego de sus cabellos y sus ojos. De su tez blanca y de sus hermosas mejillas. El príncipe azul, enamorado, subió, la tomó en sus brazos y la montó en su caballo, guiándola a través de paisajes inimaginables y la hizo reina de su castillo. Y fue entonces cuando la princesa con mucha ayuda del príncipe, dejó de introducir los dedos en su boca, y feliz, volvió a vestirse con trajes brillantes y preciosos, a colocarse la corona de piedras hermosas, diendo a luz a una pequeña princesa de ojos azules como el mar. Y tras vivir felices y estar comiendo perdices...un día, un oscuro y tenebroso hechizo alcanzó al príncipe. Y su semblante cambió para siempre. Su sonrisa, se apagó, se volvió violento, agresivo, y comenzó a inhalar sustancias dañinas por su nariz con mucha frecuencia. Se marchaba del castillo y volvía para golpear a la reina hasta que sangrara.
Pasó el tiempo y la reina siguió sangrando, y llorando pero vivió porque todavía tenía a su tesoro más preciado en la ya debilitada corte real… a su pequeña princesa.
Fin de la grabación….

Acabó el cuento, soñó con ver a su hija convertida en una princesa y Mireia hizo lo que su madre más deseaba de ella… suspirar. Se acurrucaron y cerraron los ojos.
El final... no existe porque....
Solo las sombras saben la verdad de las historias ( Pedro Guerra)

escritor.dormido

domingo, 3 de enero de 2010

Los abrazos de Amor deben durar 8 segundos



Aquí teneís la música de la canción. Muchas gracias, ponedla como siempre con el texto: http://www.youtube.com/user/aurum69#p/a/u/0/JvdtUNhaqQE
Los abrazos de amor deben durar ocho segundos.
Abrazar. Dice el diccionario que abrazar es estrechar entre los brazos en señal de cariño, pero esto es pura teoría. El cariño, se manifiesta de muchas maneras. El cariño es complejo como un laberinto. Hay muchas formas de cariño, y muchísimas formas de manifestarlo. Una de ellos es el abrazo. Un abrazo manifiesta un sentimiento. Cuando una persona muere y damos el pésame a un familiar, lo abrazamos mostrándonos solidarios por su pérdida. Cuando un amigo aprueba un examen, lo abrazamos y compartimos su alegría. Cuando queremos a nuestra pareja, la abrazamos demostrando nuestro Amor. Ahí está la clave, cuando se trata de Amor... todo cambia.
Los abrazos toman un dibujo único, con siluetas definidas, marcadas con tinta gruesa y que no compartimos con nadie. El abrazo de Amor no se comparte con nadie y solo se reserva a esa persona especial. Con él, demuestras el amor que profesas por él o ella y es una forma de destapar un poquito de tu corazón. Demuestras tu fidelidad, tu enamoramiento, tu respeto, la importancia que tiene para ti. ¿Por qué el abrazo especial dura ocho segundos?, eso es cosa de la química... y del roce de las pieles.
Y solo 8 segundos dan para esto:
Para acercarte con sigilo, encarar tu mirada con la suya hasta retirar toda imagen del mundo exterior y que solo destaque en tus ojos el color de sus iris, brillando bajo la tenue luz con la que les rodea la magia del universo. Bajar tus hombros y colocar tus manos en su cintura, para unirlas con las suyas. Separarlas y rodear su espalda, mientras vuestras frentes chocan con delicadeza, dejando a escasos centímetros los labios. Y al intensificar el abrazo, rozar pecho contra pecho, desatando toda la magia interior, penetrando por sus poros hasta llegar a la sangre, mezclarte con la suya y recorrer todo su cuerpo, viajar hasta el mismísimo corazón y tocar sus puertas para dejar escrito un te quiero, sentir un latido y aumentar la velocidad del recorrido para que sienta un escalofrío por su cuerpo, advirtiendo...estoy aquí. Puedes recorrer sus músculos, su espalda, sus extremidades y sentir la calidez del vientre hasta subir a sus ojos y por un momento ver su visión del mundo, y si escalas un poquito podrás asomarte por la raíces de su pelo y sentirte embriagado por la fragancia que desprende, para luego dejarte caer por la inercia vertical hasta sus pies, darle el empujoncito de la inercia para que se pongan de puntillas, saltar hasta su boca, y en la unión de los labios, volver entrar en ti, para que sienta que has estado ahí y vuestras sonrisas brillen en una sola, cargadas de complicidad y malicia de la inocente.
Los 8 segundos más lentos de mi vida...
escritor.dormido