miércoles, 11 de agosto de 2010

Historias de Futbol Americano: 18 exterior fuera.


Con mucho cariño para Edward Ramírez, Gustavo Fillol, la nación Wilson y ESPN Deportes.

Aquí os dejo el link con la música. Escuchadla y leer a la vez. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=36U4ez7AzKA

Se respiraba nerviosismo y adrenalina. Los cascos relucían en el suelo brillando destellos traslúcidos con olor a deseo de hacer historia. Las pizarras mostraban con tizas jugadas de un playbook ganador mientras los jugadores intercambiaban miradas de fuerza interior, recuerdos de rutas por correr y movimientos por memorizar. El silencio reinaba entre los pasillos del vestuario hasta romperse por el sonido de unas decenas de corazas. El Entrenador había entrado en el vestuario. Los muchachos se habían arrodillado y cogido de la mano con los ojos cerrados esperando un solo grito para acudir a la batalla.


- Campeonato Estatal muchachos. Quiero que borréis hoy esa palabra de la mente. Hablemos de batalla. ¡Hablemos de guerra! ¡de morir por los nuestros!. De mantenernos de pie tras un placaje o deslizarnos con heridas para ganar una mísera yarda jugada tras jugada. Hoy quiero que recordéis a los 300 espartanos. Quiero que penséis no en un hazaña sino en su unión y determinación para pelear por lo que soñaban. Los 300; muchachos, acudieron al paso de las Termópilas sin saber a lo que se enfrentaban. Lucharon el primer día, ganaron la primera batalla y aprendieron a lo que se enfrentaban. Hoy quiero que salgáis y desde la primera jugada no paréis de librar batallas durante el partido. ¡ NO ME IMPORTAN QUE SEAN ALTOSO BAJOS, RÁPIDOS O LENTOS!. ¡SOLO QUIERO QUE CUANDO PASE LA PRIMERA JUGADA, PELEÍS EN ESTA GUERRA HASTA DESFALLECER EN EL CAMPO! ¡ VAMOS A HERIRLOS! A DEMOSTRAR DE LO QUE SOMOS CAPACES! VAMOS MUCHACHOS, SALÍD A LUCHAR, QUIERO OÍROS GRITAR.
- Arriba las manos chicos que se nos oiga en toda America: ONE TWO THREE… ¡TOGETHER!


Los jugadores salieron al campo, acompañados por el sonidos de las botas contra las baldosas y los gritos de los aficionados tras el túnel del vestuario bañados por la luz de los focos. Una luz que los guiaba hasta la batalla.
Y ahí estaban… después de muchos yardas y golpes siendo observados a través de una televisión local:

- Señoras y señores estamos en el último cuarto a falta de 14 escasos segundos. Tercera y cuatro. Los Leones de St Valley pierden por cinco puntos y se encuentran en la 34 contraria con solo un tiempo muerto . El entrenador Bailey tiene que buscar alguna manera de romper esa Cover 2 de los Huskies. Lleva dominándole todo el partido. Está llamando a su quarterback para ordenarle la jugada.

- Esta bien Mike nos las jugaremos. Omaha 32 abierta. Buscaremos la end zone. Ellos esperan que pasemos el down. Vamos a quemarlos.

- Entrenador si me permite… Su Strong Safety no me permite lanzar en su zona, es muy peligroso con sus manos; necesito aislarlo antes. Hagamos un 18 exterior fuera. Creo que puedo lograrlo.

- Esta bien Mike, confío en ti. Roll out 42. Pasas el down, pides el tiempo y la jugada es tuya. ¡Ánimo hijo!

- Señoras y señores, aquí viene el número 11, Mike Sullivan a realizar la jugada que puede dar un estatal por primera vez a los Leones de St Valley. Formación de tres receptores. Se agota el tiempo de jugada… Sullivan recoge el balón se lo entrega al Tail Back… ¡No! ¡Es un engaño!, corre hacia la derecha, el tight end se despega del linebacker, recibe el balón y… ¡Primer Down y tiempo muerto! St Valley tiene una última oportunidad en la 28 de los Huskies. El Quarterback Mike Sullivan llama a sus compañeros al huddle para acordar la última jugada del partido señores. El estadio ruge…

- Muchachos… esta es nuestra oportunidad. Escuchadme: Llevo soñando con este momento desde pequeño. He soñado… He soñado con una situaciones así desde los primeros años de la preparatoria. Soñaba con jugar un estatal. Pero en el sueño mis compañeros no tenían cara. Ahora muchachos ya tengo caras para mi sueño. Vuestras caras estarán en esa última jugada para el resto de mi vida. Pase lo que pase, cuando encare los ojos tras los facemasks vuestros rostros estarán aquí, en mi corazón. ¡Vamos allá! 18 exterior fuera. Vamos a aislar a ese safety. Smith, va a para ti. Líbrate de ese bump and run y llega a la esquina para atraparlo. A la de tres…¡TOGETHER!

Formamos de nuevo con tres receptores. Twin izquierda y el tight end en el lado fuerte. .Caminé hacia el center. Levanté la cabeza. Observé que habían cambiado a una cover 3. Necesitaba aislar al safety derecho. Ordené un emotion y cambié la formación con el twin a la derecha. ¡Azul 47! ¡Azul 47! Miré a mis padres en la grada. Me llevé los dedos a los labios, los mojé con saliva y los limpié en mi camisa. Respiré hondo observando el reloj de jugada. Ready…. Set… Set… Set hut. Recogí el balón bajo las piernas del center, caminé 5 pasos hacia atrás, Palmeé el balón, levanté la cabeza y miré fijamente como el receptor izquierdo ganaba la partida al safety. Palmeé de nuevo el balón y miré rápidamente hacia el lado derecho sabiendo que en esos 4 segundos los dos receptores derechos había ejecutado sus dos rutas post atrayendo la cobertura de los safetys y dejando libre al tight end que corría una corner totalmente libre. Lancé el balón abierto, él alargó las manos titubeando en la primera atrapada y aferrando el balón contra su pecho en la segunda. Pisó la end zone y levanté mi mano al cielo con la voz gritona y festiva del right tackle en mis oídos:
- ¿Que vas a soñar cada noche ahora número 11?.

-¿ Y que soñaste desde entonces papá?
- Soñé con poder contarte a ti un día esta historia.

escritor.dormido

domingo, 8 de agosto de 2010

Soledad y un tarro de cristal




Esta es la canción, muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=Fp1nNDSRqqg

Volver a los orígenes no siempre es agradable. Sentarse de nuevo para escribir en la oscuridad acompañado de una luz amarilla para abrirse camino entre las teclas, con el único fin de desahogarse de los aprietos del corazón. De las sensaciones poco agradables que a veces nos persiguen.Y hoy, volviendo a mi orígenes me acompaña un pequeño sentimiento de soledad. Esa mezcla explosiva que solo desaparece como un polo negativo unido a uno positivo…con felicidad.
Dejando entrever el corazón me doy cuenta de que solo deseo que los días atraquen en el mundo de los sueños para al levantarme al salir el sol, para tachar un día más en el calendario.

Hoy, semidesnudo y atrapado en un pequeño rincón de mi escritorio con la única compañía de una ventana abierta y un árbol que baila entre mis ojos, solo deseo juntar las piezas del puzzle olvidando todo lo que ha pasado, comprendiendo que en la vida hay que saber encajar golpes del corazón; golpes sin razón ni explicaciones motivados por el olvido y la separación.
Y cada día me pregunto porque me cuesta luchar contra las cosas que rechazo. Porque pensar demasiado es poco constructivo. Porque respirar en la distancia es tan difícil. Porque a veces las personas se distancia. Porque algunas no te comprenden. Porque a veces no piden perdón. Porque otras no te dan la razón.

Así, en un torbellino de pensamientos interrumpidos por un tarro de cristal me detengo abatido por la incomprensión. Por las ganas de olvidar lo que me rodea. Por la sensación de soledad, con el único acompañamiento de las luces de la noche y el olor de la mermelada de melocotón de un tarro de cristal.

escritor.dormido

viernes, 6 de agosto de 2010

El infierno está en cada esquina


Aquí esta la canción del escrito. Muchas gracias: http://www.youtube.com/watch?v=PQyMJNa39oM&feature=related


Como retorcidas palabras en mi oído puedo sentir el vago susurro de fantasmas etéreos y abstractos influenciándome cada día en una paradoja llamada vida. Una paradoja llena y rebosante de detalles bonitos que me hacen reír cada día con solo mirar una foto o dejando pasar en la mente imágenes con movimientos expulsados por una pantalla plana como el papel.
En este juego humano, donde las relaciones sociales cumplen el papel más importante para sentirnos realizados, solo se puede jugar apostando las cosas que más valoramos. Solo podemos apostar cada momento con un latido del corazón, con nuestra esperanza, con nuestro amor, nuestro cariño, nuestra paciencia, nuestra ilusión...

Siempre apostamos fuerte, siempre desparramamos sobre el tablero de nuestra vida nuestra ficha más alta. Y es así cuando avanzamos, cuando comenzamos a dejar casillas atrás, que percibimos la realidad del juego en el que participamos. La cantidad de riesgo que asumimos con solo respirar cada día, con solo salir de casa y darnos cuenta en cada esquina que el infierno está cerca, que las penurias nos rodean, que tenemos que pelear para seguir avanzando a través de calles paralelas sin detenernos en portales para no poder salir jamás.

Oh si, el infierno está en cada esquina. Los problemas se amontonan en cada paso de peatones, los coches forman colas de tráfico provocada por injusticias incurables por algún policía vial. Los viandantes son historia viva de lo dura que es la vida. Señores mayores catalizados en vivir lo poco que queda, parados sin trabajo avocados a vivir de la esperanza agotable. Enfermos imperceptibles a primera vista.

Rodeado en cada esquina por mi infierno personal, por esa parte oscura de un regalo llamado vida. Influenciado cada día por una distancia abstracta y dolorosa. Triste por haber rozado de nuevo el dolor de la muerta cerca del corazón. Incomprendido por personas que me importan, abandonado por individuos que no pierden dentro de mí el cártel de especiales. Deseando empolvar en un baúl las obligaciones que la vida me depara. Pisando baldosas de problemas de la vida...

Aquí, sentando en la oscuridad, con una pequeña lámpara de Ikea guiando mi dedos al teclear, miro con desdén por la ventana convencido de caminar entre el infierno apostado en cada esquina con el único truco para no detenerse en un portal: La felicidad.

Por eso cuando vivaís en la vida esas pequeños y grandes situaciones que forman un infierno apostado en cada esquina, no os detengáis. Mirad con valentía cada esquina, observaros con orgullo en el reflejo de los escaparates. Sentid la sangre fría al correr ante un semáforo en ámbar, convencidos que no vale apostarse a llorar en una esquina.

Solo caminar hacia el horizonte conduciendo un vehículo cargado de felicidad.

escritor.dormido