jueves, 19 de mayo de 2011

No te vayas de mi realidad





Aquí tenéis la canción de este escrito. Ponedla y leed. Muchas gracias a todos. Muchas gracias por perder algunos minutos de vuestras vidas en leer las ocurrencias de un corazón: http://www.youtube.com/watch?v=SV9M18QStYE

La realidad siempre es otra cosa que no podemos ver. Estamos atrapados en un lugar del que ni siquiera sabemos el por qué estamos aquí; y a pesar de que algunos me quieren contestar, yo prefiero ignorarlos y pensar que el mundo no tiene una proposición formal que hacerme cuando pienso qué estoy haciendo aquí.

Nos levantamos cada mañana pudiendo hablar y reír. La magia de la vida está en no poder comprender porque las cosas ocurren sin que podamos controlarlas. Entonces, es cuando podemos sentarnos en una silla de madera, pensar en todo aquello que debe de ocurrir a nuestro alrededor y que siempre sale como nunca deseamos.

Pero nuestro alrededor se llama realidad, se basa en el azar y está compuesto por otros corazones que no sienten igual, por miles de mentes que hacen el bien y el mal sin preguntarnos ni conocernos. Eso es lo que somos, desconocidos atrapados en una realidad en la que no podemos controlar nuestras propias vidas. Aunque esto parezca triste, en el fondo tenemos que sufrir para sonreír. Aprender amar para comprender lo que es odiar. Saber que hay cosas que se van y otras que vendrán. Cuando una puerta se cierra hay ventanas que puede abrirse dejando pasar aire fresco que podemos respirar.

Y aunque que a veces podamos odiar nuestra realidad, en el fondo todos sabemos que nos gusta enroscarnos a esa sensación de que necesitamos fortuna. Realmente, la fortuna está ahí rodeándonos, dándonos la oportunidad de abrazarnos a lo que nos hace feliz. Porque todo el mundo tiene algo por lo que aferrarse y no querer cambiar esta realidad.

Ella me roba los pijamas. Se lleva en su maleta mis chaquetas para abrigarse pensando en que son mis brazos los que la rodean. Yo utilizo sus zapatillas cuando mis pies descalzos sienten el frío y cojo sus libros cuando me olvido de los míos. No quiero que se vaya, no te vayas. No quiero que se vaya, no quiero que se vaya, no quiero que se vaya, no quiero verla partir jamás,; porque entonces mi realidad dejaría de tener sentido y sin sentido. Cuando no entiendo realidad, cuando no comprendo porque las cosas no mejoran, me aferro a esas cosasque amo y no quiero que se vayan.

Como el naufrago con un balón Wilson en una isla desierta. Cómo el bebé con su peluche preferido cuando duerme solo en la cuna. Como el abuelo solo en casa por ver a su nieto corretear por los pasillos. Como la madre que necesita también a la suya. Como el mejor amigo que no quieres que se vaya de tu lado. Como la persona que te cuida cuando duermes...

Ella es el único elemento que no cambia dentro de mi realidad...y no quiero que se vaya. No te vayas.

escritor.dormido

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