domingo, 29 de noviembre de 2009

De Pedro para Patricia


Hola, aquí teneís la música correspondiente: http://www.youtube.com/watch?v=y9_j35L5bHM





- Ten mucho cuidado Patricia.
- No te preocupes cariño, Daniela es responsable al volante. Chao, te quiero!.

Esas fueron sus últimas palabras antes de mirarle y salir por la puerta. Ahora en su habitación de hospital, no paraba de pensar en él, en como lo quería. En como suspiraba por toda su persona, como si tenerlo a su lado fuera el oxígeno que le permitía vivir. Y ahora, tras dos días en la UCI, con la única visita de sus padres se preguntaba asustada si el conquistador que había colonizado su corazón querría seguir escondiendo ese corazón, en un cofre diferente
Patricia había tenido un grave accidente. Sucedió ese fin de semana. Su intención era pasar una noche divertida en compañía de las chicas en los locales situados fuera de la ciudad. Esta vez tocaba estar un ratito sin su amado Pedro, que se quedaría en casa haciéndose el remolón, mientras ella en todo su derecho, saldría y se divertiría con sus amigas.
La noche había transcurrido con toda la normalidad posible. Había bailado, bebido y reído como no lo hacía desde hacía tiempo… no se acordaba de los ambientes de discoteca, y es que claro cuando tiene pareja, esos ambientes no son prioritarios pensaba Patricia.
Tras apurar todos los bailes y copas posibles, las chicas decidieron volver a casa en las primeras horas del alba. Cogieron el coche y pusieron rumbo a casa en un ambiente todavía festivo y lleno de bromas… y sucedió así..porque todavía tenías las imágenes a flor de piel en las retinas. Daniela no se percato del coche que le adelantaba en el carril derecho e impactaron violentamente traspasando el guardarraíles y dando terribles vuelcos en los páramos de tierra que les rodeaban. Se hizo el silencio y el olor a gasolina quemada que impregnaba el aire se mezcló con los gritos de dolor que proferían algunas de sus amigas. Patricia notaba como no podía moverse, y una terrible quemadura le abrasaba el brazo derecho. En esos momentos pensó en todo… en su familia, su vida, su carrera de veterinaria… y en Pedro. En su amor, en el tesoro que poseía y pasaron por sus ojos toda su vida. Y se acordó del peluche de su primer aniversario, de la primera noche durmiendo juntos, de los largos paseos a la luz de la luna en la avenida de la playa…
Y tras pasar el tiempo, para ella una eternidad, escuchó como sirenas se acercaban hacia ella. Una luz destelló sus ojos y escucho un voz salvadora decirle:
-Hola chica, somos los bomberos, ¿Puedes oírme?
-Sí…. Profirió con un hilo de voz.
-¿Cómo te llamas?.
-Patricia…
-Vale Patricia, vamos a sacarte de ahí, pero nos tienes que ayudar ¿vale?, no me dejes de hablar.
Vale…
El bombero se dio la vuelta y habló con otro de casco rojo
-Cabo, tiene las piernas atrapadas. Vamos a tener que trabajar bastante.
-Proceda con el protocolo.

Patricia aferraba sus manos con toda la fuerza que podía, el dolor era penetrante pero podía sentir la alianza de Pedro en sus dedos y eso la tranquilizaban
-Bueno Patricia, dime que piensas que hacer cuando te saquemos de aquí con tu ayuda, le dijo el bombero mirándole a sus verdes ojos.
-Abrazar a mi novio como si fuera la primera vez en mi vida, le susurró con los ojos mirando a una lejanía, mientras una pequeña lágrima caía sobre sus ensangrentadas mejillas.

Ahora Patricia, seguía emanando lágrimas de tristeza. Lágrimas de amor eterno hacia Pedro, maldiciendo su mala suerte, el castigo que la vida le había preparado antes de llegar al final de su camino. Sintió un ligero temblor que le recorrió toda la espalda y erizo su bello cuando ahogada por una noticia inamovible mandó a que la dejaran sola con una histeria impropia de su personalidad. Todavía las palabras del médico la hacían temblar y perder sus ganas de vivir. Y es que nunca jamás se había imaginado que sus oídos tuvieran que recibir una noticia semejante: No podría volver a caminar. La lesión creada por el accidente le había dejado paralítica. No sentía nada en sus piernas. Y fue entonces, cuando Patricia sintió como una daga atravesó su corazón. Sintió como su vida se derrumbada como un efecto dominó, como sus sueños y anhelos caían en un barranco sin fondo con la fuerza que rompen las aguas en las cataratas. Y sintió como la cadena que unía su corazón al de Pedro se separó. Sintió como su corazón disminuyó sus pulsaciones y su vida se ralentizaba y abandonaba la velocidad de vértigo con la que se movía todo lo que giraba su a su alrededor. Y lloró en la soledad. Lloró y se maldijo de su suerte. Todo había acabado. Pedro no estaría junto a ella. Él tenía una vida por delante, llena de objetivos y metas.. Y ella no tenía que pararse en su camino, como un pesado lastre que cargaría sobre su espalda. Ella no sería la zanja que lo apartara de su camino. Y allí, con su ataque de histeria, anclada en la soledad y rechazando la única visita autorizada, la de sus padres, cayó abatida por el sueño, mezcla de los nervios, la tristeza y la tensión de ver como su vida se desvarolizaba a un ritmo muy lento. Y apunto de cerrar los ojos, se aferró a su alianza y creyó ver a Pedro entrar por la puerta… pero necesitaba soñar, con poder volver al cruce del camino.
Los primeros rayos de sol atravesaban la ventana y reflejaron el lunar situado en su cachete izquierdo. Abrió sus ojos, palpó sus piernas con las manos y al girar su cabeza pudo ver su hipopótamo de peluche mirarla esa sonrisa de par en par. Estiró su brazo para cogerlo y sus dedos tentaron un sobre de papel fino. Su corazón dio un vuelco y notó temblar sus manos. Y notó como abrirlo miles de palabras se escaparon e invadieron su corazón:

De Pedro a Patricia:
Patricia te amo con toda la fuerza con la mi corazón puede amar. Has sido, eres y serás mi prioridad en esta nuestra vida. Porque es junto a ti con quien quiero vivir. Porque hace 5 años intercambiamos nuestros corazones y yo te dije al oído que jamás te devolvería el tuyo. Te siento en la sangre que fluye en mis venas, en cada latido de mi corazón, en cada pensamiento de cabeza, lo eres todo para mí. Y contigo quiero recorrer nuestro camino. No me importa hacerlo más lento, y quiero que sepas que lo que te ha pasado no es un impedimento, debemos ser nosotros mismos los que allanemos el terreno y paseemos por verdes praderas. Tu yo somos más fuerte que cualquiera de laspiedras del camino, y tú guardas tu verdadero tesoro dentro tu corazón, cual tengo yo… y mientras lata dentro de mí, tu no dejarás de vivir y no nos podremos alejar… cariño, no puedo dejar de amarte, realmente lo eres todo para mí. No pienses nunca jamás en la soledad porque tu y yo somos átomos inseparables y pase lo que pase nos atraeremos para siempre. Siente en estas líneas a mi corazón hablando dentro de ti, susurrándote que tu eres mi amor, mi dulce amor… no te vayas a ese mundo triste, quédate junto a mí. Porque todo será igual. Nuestras sonrisas no se irán, los abrazos tendrán la misma intensidad y nuestros besos serán siempre apasionados. Te miraré con el mismo deseo y seguiré anhelando casarme contigo. Todo va a ser genial. Nuestros hijos se llamarán como ya dijimos, viviremos donde siempre habíamos soñado mientras nos abrazábamos en nuestra cama. Nada cambiará porque solo tienes que recordar que eres y serás la única mujer que ha conseguido tocar el fondo de mi corazón. Patricia, no importa lo que ha pasado, porque el superar esta cuesta significará añadir un candado más a nuestra cadena, la cual es imposible de romper. No importa que no funcionen tus piernas, tienes tus manos y puedo sentir tus caricias y tu abrazos… ¿ Acaso puedo pedir más? Solo con ellas he conseguido soñar. Sujétate fuerte a mí porque a partir de ahora emprenderemos un viaje más difícil de lo previsto, pero nada importa si somos tu y yo los que estamos atrapados. Nada pasará mientras tu y yo sigamos teniendo la llave de nuestro candado. Eres el alma que cautiva mis sentidos, nunca olvides que Te Amo y que tu corazón sigue latiendo con fuerza dentro de mí. Te quiero.

Patricia dejó correr sus lágrimas por sus mejillas. Agarró el peluche, lo atrajo junto sí. Se arropo y decidió soñar de nuevo, pero esta vez…. Deseando coger el mismo cruce del camino.

escritor.dormido

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