jueves, 30 de septiembre de 2010

Me prometo que siempre habrá tiempos mejores


Aquí teneís la canción del escrito. Muchas gracias. Escuchadla y leed: http://www.youtube.com/watch?v=4hHNUVo9eEM

Cuando el reloj marca una hora desorbitada para una persona con responsabilidades, me encuentro sentado sin haberme cambiado de ropa bajo una luz tierna que siempre ha podido relajarme en los días más difíciles.
Hablar de malos tiempos siempre significa sentir que el mundo que nos rodea ha empezado a caminar durante algunos segundos hacia atrás. La sensación de tristeza se acumula en el corazón y necesitamos la necesidad imperiosa de llorar. Entonces, es cuando comienzas a encontrarte solo. Notas como las cosas que te rodean no pueden comprenderte al pensar, y las sonrisas pierden su valor natural. La soledad te invita a ser tú mejor amiga, a esconderte en la noche como una incitación para charlar de las cosas pesadas que surgen en tu cabeza.
Tiempos malos siempre existirán en la vida. A veces, la suerte permite compartirlos para escurrir el corazón y sentirse algo mejor. Pero otras veces somos nosotros los que pensamos en cosas estúpidas para no darnos una oportunidad para levantar la cabeza. Pero el ser humano es algo complejo, porque el fondo cree que la tristeza es necesaria para recordar a la felicidad. Son esos momentos, en los que necesitas llorar para saber que las cosas van a cambiar.
Hablo de la necesidad de desahogar el corazón, de un intento por borrar durante un tiempo la palabra sufrimiento de nuestro vocabulario. Entonces... es cuando dejas correr la primera lágrima por la mejilla, estrujas el pañuelo entre tus dedos esperando a cristalizar tus ojos para en una chispa débil de positividad, susurrarte tu mismo al corazón: Me prometo que siempre habrá tiempos mejores.
El tiempo es como una llave maestra para la vida. Porque siempre ofrece a través de un pasillo muchas puertas que abrir. Pensar las cosas es fácil. Decirlas provoca miedo. Hacerlas produce indecisión. Pero en el fondo esto siempre es una invitación para dejar que las cosas ocurran. Porque aunque no queramos solo hay una oportunidad para vivir: seguir caminando hacia delante.
Me prometo que siempre habrá tiempos mejores porque en la profundidad de la noche he aprendido a convivir con el sufrimiento, a permitirle un poco de espacio hasta empujarlo con una brisa de felicidad. Por eso, cuando el tiempo se encuentra en calma esperando tiempos mejores que nunca han dejado de venir, Yo sigo esperando brisas de felicidad que nunca dejarán de llegar.
escritor.dormido


No hay comentarios:

Publicar un comentario