martes, 1 de junio de 2010

Trozo de Papel...




Aquí teneís la canción del escrito. Mil gracias como siempre: http://www.youtube.com/watch?v=2SbvJeIWAv4


Hacía unos minutos que el timbre del recreo había sonado para volver a clase. Acunó entre sus brazos la carpeta que aglomeraba todos los apuntes de Arte, sin duda la asignatura más interesante de Segundo de Bachiller.
Caminó entre los pasillos del instituto atestados de estudiantes adolescentes inmersos en la recta final del curso. Se agobió del calor de las paredes de aquel recinto antiguo al que quizás podía hacerle falta un remodelación. Desabrochó de su camisa dos botones dejando al descubierto el colgante de coco que había comprado el verano anterior en un mercadillo de Torremolinos donde su familia había las últimas vacaciones.

Entró al aula de la asignatura, donde su profesor esperaba sentado pacientemente, custodiado a su espalda por una proyección a ordenador que serviría para mostrar toda la belleza que contenían los maravilloso edificios barrocos o las austeras y estáticas esculturas griegas.
Descendió las escaleras con intención de ocupar su sitio habitual, el mismo que le proporcionaba la satisfacción de poder observar con amplitud la totalidad de la pantalla de proyección junto con aquel cabello corto y moderno por el que llevaba suspirando hacía ya dos trimestres.

Se apagaron las luces del aula, mientras el éxtasis de Santa Teresa
( http://creerparaver.files.wordpress.com/2007/10/sta-teresa-bernini.jpg) hacía su aparición en la pared. El maestro, comenzó a señalar con su dedo, las características propias de la obra mientras sus ojos brillaban por la luz dorada que emergía de la parte superior de la foto. Señalaba anonadado, la rugosidad del ropaje de Santa Teresa, su expresión de éxtasis, el desorden de las figuras… Allí, dejándose envolver por aquel misticismo obra de Bernini, por primera vez en el curso apartó totalmente el bolígrafo de sus dedos para dejar llevar su alma por el arte.


Apartó su mirada de la presentación, y clavó sus ojos en aquel cuadro situado dos asientos más abajo de ella. Un cuadro disonante, a semejanza del barroco, un cuadro donde cada centímetro de piel era una expresión diferente, bella y cargada de detalles para enamorarse. Acurrucándose en aquellas incómodas sillas, observó la silueta de su cuerpo. Ascendió desde sus zapatillas All Star de color rosa, recorriendo con un labio apretado las curvas de aquel vaquero de pitillo blanco, hasta detenerse en la rotura cerca del muslo. Disfrutó de aquellos hombros desnudos que partían brillantes por la tenue luz hasta mostrar un tatuaje en la muñeca izquierda. Subió por aquel torso fino, impulsándose en los cristales de las gafas Ray Ban que siempre acompañaban a su cuello lleno de colgantes de plástico hasta llegar aquella cara de cristal. Una cara preciosa, dibujada con pinceles de mármol, adornada por unos labios finos y apetecibles. Coronada por unos ojos verdes como los helechos frondosos del bosque a juego con aquellos pendientes estridentes que tanto le gustaba llevar.

Allí, sintiendo un éxtasis de amor que recorría cada célula de su cuerpo, dejó elevar su corazón al techo del aula. Se proclamó en ese instante como un Bernini post moderno, dejándose esclavizar por aquella figura desequilibrada en su vestir, pero atrayente como una obra maestra de la naturaleza, hija del desenfreno de vestir, pero anclada a la belleza humana.
Por un instante comprendió que el miedo es enemigo del arte, que la represión de una expresión es la pérdida de un sentimiento. Ahí, en sumisión a la inspiración empuño un bolígrafo y escribió en un trozo de papel como si de un lienzo se tratara.
Lo dobló y lo lanzó a la vera de su musa inspiradora. El profesor no omitió el vuelo de aquel trozo de folio, así que lo interceptó con bastante mano dura. Lo tiró a la basura, y se volvió para preguntar:
- Señorita Alicia Gómez, ¿ Quiere compartir con la clase lo que tenía que decirle a Aurora García? ¿O lo olvidamos en la papelera?
- No se preocupe señor profesor, simplemente era que estoy enamorada de ella.

escritor.dormido

No hay comentarios:

Publicar un comentario